Descripción
El psicólogo organizacional Adam Grant está convencido de que querer es poder, pero también es consciente de que, en ocasiones, uno puede perder de vista sus objetivos y venirse abajo ante las adversidades. Es ahí cuando entra en juego la educación como gran agente revulsivo. Como el propio autor confiesa, «si hubiera juzgado mi potencial por mis primeros fracasos, me habría rendido enseguida. Lo que aprendí por el camino me ayudó a crear mis propios andamiajes para avanzar en el futuro».A través de anécdotas de gran valor testimonial y de su larga experiencia como investigador y docente, Grant apuesta por la importancia de la educación del carácter, la motivación y la igualdad de oportunidades para formar personas que no sólo logren tener éxito, sino que además se sientan realizadas.